Querida lectora, querido lector, luchando en busca de un título para este relato de relatos, o acaso, los relatos de un relato, tropecé por casualidad con un precioso nombre italiano: SELLA, ella es libre. En ese preciso y casual instante encontré el camino para ponerle título al presente delirio, este nombre tan sencillo, tan breve resume perfectamente lo que quiero transmitiros, un nombre tan pequeño y tan grande a la vez, no resulta rimbombante, ni difícil de escribir, ni de leer, es tan simple,
tan verdadero...
Gracias a cuantos seres humanos habéis participado en mi camino hacia este momento, sé que con algunos seguiré contando y a los que no estáis os agradezco lo que me habéis enseñado.